INSTITUTO DR. PACHECO DE PSICOLOGIA

ANGEL ENRIQUE PACHECO, PH.D.

DIRECTOR - PSICOLOGO CLINICO

EDIFICIO PROFESIONAL CLINICA DR. ABEL GONZALEZ

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SANTO DOMINGO

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La Depresión [1]

Angel Enrique Pacheco, Ph.D.

Con frecuencia me consultan personas que se sienten deprimidas en su emocionalidad o acerca de un amigo o amiga que está deprimido o deprimida.  Por la frecuencia de las consultas, he querido escribir estas líneas para orientar a mis queridos lectores adecuadamente acerca de este problema o crisis mayor que constituye la depresión y sobre qué hacer para enfrentar el trastorno adecuadamente.

Cuando una persona aparenta estar inmersa en una depresión severa, necesita ayuda profesional a la brevedad posible.  La depresión es un problema mayor de salud mental y se requiere tratamiento a cargo de un especialista.

Existe ayuda adecuada y la persona puede rápidamente empezar a sentirse mejor.  De hecho, si no se realiza el tratamiento adecuado en el momento en que se requiere, la condición puede empeorar.

Lo ideal es realizar una consulta con un especialista en salud mental para determinar las causas del problema e iniciar un tratamiento adecuado a la brevedad posible.  La auto-medicación o el tratamiento con manuales de auto-ayuda no son suficientes ni adecuados en el caso de la depresión.

La depresión, generalmente, no es debida a condiciones genéticas o a accidentes o traumas perinatales (alrededor del momento del nacimiento).  La depresión se conoce como un proceso de desesperanza aprendida y es muy posible que, asociado a la depresión, la persona haya desarrollado un patrón indeseado de pensamientos que le hacen daño.

Las conductas, tanto adaptivas como maladaptivas, son aprendidas y mantenidas a través del reforzamiento y en el caso de la depresión el aislamiento de la persona y el retirarse de las actividades placenteras sigue el patrón de la espiral, esto es, cada vez de una magnitud mayor.

Las condiciones emocionales inapropiadas en el hogar, en las relaciones afectivas y en el ambiente laboral con frecuencia pueden ser motivo causal para el cuadro depresivo.  Adicionalmente, la reacción ante la pérdida de un ser querido o el final no deseado de una relación amorosa también pueden producir la sintomatología depresiva.

Podemos plantear, entonces, que la depresión puede ser causada por una miríada de factores, incluyendo condiciones orgánicas, reacciones ante pérdidas, el uso de ciertas drogas (lícitas o ilícitas) y hasta por causas desconocidas (la depresión endógena).  En ocasiones, también puede estar asociada a experiencias producto de situaciones traumáticas vividas por la persona.

El problema creado por la depresión es lo suficientemente preocupante como para siempre requerir la ayuda de un especialista en salud mental, ya que los riesgos envueltos incluyen desde la pérdida de la capacidad para llevar una vida productiva, hasta la posibilidad del final de la vida a destiempo por el suicidio.

Sí, existe un alto riesgo de suicido para toda persona que presenta los síntomas de la depresión. Ayuda profesional adecuada es necesaria a la brevedad posible, no solamente para enfrentar la posibilidad del alto potencial para la conducta suicida, sino también para manejar cualquier asunto no resuelto asociado a los problemas que ayudaron a producir el cuadro depresivo.

De ser posible, mi sugerencia es que la persona debe consultar a un psicólogo clínico conductual.  La terapia conductual es generalmente breve y exitosa.  Además, es la menos invasiva, pues no requiere de fármacos o de otras intervenciones de naturaleza radical o extrema.

En el caso de las amistades que están deprimidas, la mejor forma de ayudar al amigo o amiga es expresándole de manera abierta, honesta, cariñosa, discreta, sincera y directa su sugerencia de que necesita ayuda especializada.  Usted incluso le puede enseñar este artículo.

Si ha sido amigo de la persona por mucho tiempo, usted tiene el derecho adquirido de estar preocupado y, además, creo que también tiene el derecho que le da la amistad para expresarle a esta persona lo que usted opina.

Luego de que haga esto, no creo que pueda hacer mucho más, excepto el insistir en su punto de vista hasta el momento en que usted deba, por su propia salud mental, retirarse de la amistad.  Solamente usted puede decidir qué tanto puede hacer por la otra persona, pero recuerde que usted debe ayudar a su amigo o amiga sin hacerse daño a usted mismo como persona. 

Recuerde adicionalmente que usted no puede asumir la responsabilidad por las conductas de la otra persona.  La persona deprimida tiene que asumir el control de su propia vida si desea realizar los cambios requeridos.

Hay que corregir esta depresión tan pronto sea posible, pues uno debe pensar que queda mucha vida por delante.  Todos los seres humanos tenemos el derecho a ¡Aprender a Vivir Mejor ®!

 

bYa



[1] Publicado 13 julio 2002, Oh!Magazine, La Revista del Listín Diario, 105, 94.

 

Correspondencia acerca de este artículo debe ser dirigida a Angel Enrique Pacheco, Ph.D., Instituto Dr. Pacheco de Psicología (IDPP), Edificio Profesional Clínica Dr. Abel González, Avenida Independencia 105, Santo Domingo, República Dominicana.  Teléfono 809-686-6666, Fax 809-686-2222, E-Mail apacheco@idpp.org e Internet http://www.idpp.org/.

 

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